Los materiales de relleno pueden ser semi-permanentes o definitivos.
Los semi-permanentes conviene revisarlos al año para valorar el efecto residual o la necesidad de un retoque. Utilizamos ácido hialurónico de diferentes densidades, para adaptarnos a todas las características del cuerpo.
En el caso de los implantes permanentes utilizamos el Aquamid, que se comporta como una prótesis inyectada y sirve para rellenar zonas deprimidas o arrugas marcadas y para reponer volúmenes perdidos dentro del óvalo de la cara.
Es una técnica indolora, que conlleva menos hematomas y ofrece la posibilidad de hacer vida normal al día siguiente, sin necesidad de baja laboral.
En determinados casos combinamos varios materiales o intercalamos implantes y otras técnicas para tratar el envejecimiento facial.